El pasado viernes, un programa de televisión como es "Así es la vida", centrado en la crónica social, se hacía eco de la información que aportaba la revista Lecturas a cerca de la mala relación entre Bárbara Rey y su hijo Ángel Cristo. El programa explicaba que la madre convenció a su hijo para que en 2010 asumiera el cargo de administrador de la empresa Durbek Madrid SL, empresa que en el año 2020 tuvo una deuda de 114.000 euros con una entidad bancaria, que reclama ahora al hijo de la artista y el domador Ángel Cristo.

El detalle curioso de este asunto es que la empresa que ha generado el "pufo", como califican en el programa de televisión estos hechos, fue creada por Ramón Cerdá Sanjuán, ontinyentí que se dedicaba a crear sociedades "durmientes" y que vendía a personas que necesitaban de manera rápida una empresa ya constituida. En este caso, en el Boletín Oficial del Registro de la Propiedad del día 16 de junio de 2020, se publica el anuncio que informa del cese de Ramón Cerdá Sanjuán como administrador único y el nombramiento en este mismo cargo de Ángel Cristo García. También cambia el domicilio social, que pasa a estar en Alcobendas.