En la presentación de la cuenta de resultados de Mercadona hemos visto a su presidente volver a demostrar su indiscutible liderazgo empresarial. Y también humano. La cuenta de resultados arroja un balance óptimo en todos los aspectos: incremento de las ventas, beneficios, número de empleados y tiendas, que son consecuencia directa de hacer bien las cosas. Juan Roig no se prodiga mucho en comparecencias en los medios de comunicación. De ahí que cuando hable se siga con atención cuanto dice y cómo lo dice, porque es de los pocos que no da puntada sin hilo. Yo he tenido de la suerte de ser uno de los pocos periodistas que le ha entrevistado. Lo hice, y además en directo, en el programa “El Poder Valenciano” que fue una tribuna por la que pasaron todos los que en aquellos años a principios de siglo eran dirigentes empresariales, sociales, docentes, culturales de Valencia. Hace veinte años de aquella interviú. Juan Roig y Mercadona ya eran referentes de empresario de éxito y sus tiendas y número de empleados han seguido creciendo en progresión geométrica.
A su liderazgo empresarial se añade su liderazgo social y moral, ratificado ahora con su inmediatez en ayudar con manifiesta generosidad a los valencianos que han sufrido más directamente los dañinos efectos de las riadas: “No nos esperábamos la dana y es muy difícil la reacción, pero para eso pagamos impuestos. Nos hemos sentido desamparados”, denunció con razón sobrada.