Mientras avanzan los trámites para la licitación del hospital, el Ayuntamiento de Ontinyent votará en el pleno del próximo 5 de noviembre la dedicación de las calles que rodean al hospital a personas del ámbito médico y sanitario que se distinguieron por su vocación y conocimiento en unas épocas en las que los recursos materiales escaseaban, explicó el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, durante la presentación de los nombres.
Así, la última glorieta de la CV 81 que lleva hacia el Pou Clar y Bocairent y que será uno de los accesos al hospital llevará el nombre del doctor Rafael Galiana Cerdá. Las calles que rodearán el hospital estarán dedicadas a los doctores José Riera, Juan Sayas y Rafael Rovira. A estos nombres se unen tres más, en este caso, mujeres: las comadronas Guadalupe Prats y María Casanova y la enfermera Rosario Llin. Ésta última es la única a la que se la ha podido hacer este homenaje en vida.
Basado en el informe presentado por el cronista de la ciudad, Alfred Bernabeu, el expediente para poner el nombre de estas personas a las nuevas calles de la zona del hospital destaca su vocación de servicios, sus conocimientos y su dedicación a la salud de los ontinyentins en unas épocas en las que los medios materiales de los que disponían eran muy escasos.
José Riera fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad en 2003. En aquel momento, por su trayectoria humana y profesional, también se propuso dedicarle una calle, pero el proyecto no se llevó a cabo, por lo que ahora se quiere hacer realidad esa dedicación.
Por su parte, en 1998 se rindió un homenaje a los doctores Rafael Rovira y José Sayas, y se propuso poner su nombre a los dos centros de salud de la ciudad, pero desde la conselleria de Santidad no se aceptó la propuesta, por lo que “ese homenaje pendiente y la voluntad del pleno de aquel año queremos que llegue ahora a buen puerto”, destacó Jorge Rodríguez.
La vocación y la dedicación del doctor Rafael Galiana Cerdá también tendrá su recuerdo al ponerle su nombre a la rotonda de acceso al hospital, concretamente, la rotonda situada al final de la CV81 antes de tomar dirección al Pou Clar y Bocairent.
Tres mujeres
La propuesta que se lleva al pleno también incluye la dedicación de calles de la zona del futuro hospital a dos comadronas y una enfermera. Así, Guadalupe Prats Mollá fue la matrona oficial de la ciudad desde 1924 hasta 1941, cuando la sustituyó la otra comadrona ahora homenajeada, María Casanova García, que atendió una gran parte de los partos en la ciudad entre 1941 y 1973, tanto a domicilio como en el centro maternal.
Rosario Llin, la única homenajeada en vida de las 7 personas propuestas, tiene actualmente 96 y a los 15 años empezó a atender a los enfermos en el Hospital Internacional, situado en el colegio de los Franciscanos.