Esta semana se ha cumplido un año desde que Ontinyent vivió la mayor gota fría desde 1982, en la que cayeron sobre 200 l/m2 en menos de 24 horas. Las intensas lluvias paralizaron la ciudad y provocaron el desbordamiento del río Clariano y el inmediato desalojo de cerca de 30 vecinos de la Canterería.
Las intensas lluvias de finales de 2016 pillaron a todos desprevenidos. Es por ello, que para evitar este desborde de medios, el Ayuntamiento de Ontinyent ha presentado el Plan Operativo Municipal contra el Riesgo de Inundaciones. Se trata de un protocolo propio que complementará las directrices de la Generalitat Valenciana y que persigue agilizar al máximo la respuesta ante casos de emergencia.
La concejal de Seguridad, Tudi Guillem, recordaba que, en el episodio de 2016, “en poco tiempo el Ayuntamiento tuvo que reunir muchos recursos, y pensamos en la necesidad de elaborar un plan de emergencia para hacer frente más rápidamente a posibles situaciones como estas”. Por su parte, el concejal de Servicios Municipales, Manuel Cuesta, detalló este plan, que cuenta con un listado de carreteras y caminos susceptibles de verse afectados por las inundaciones, un directorio del equipo humano responsable de coordinar la respuestas, encabezado por el alcalde, y compuesto por Policía Local, Nacional, Guardia Civil, Bomberos, personal del consistorio, etc.; así como fichas con detalles de cada uno de los puntos especialmente críticos. Todo se acompaña de coordenadas GPS, fotografías aéreas y cartografía.
Además, Cuesta detalló las actuaciones que están previstas en zonas más inundables de la ciudad. La calle Enric Valor, donde un vecino estuvo a punto de ahogarse el año pasado en la riada, es una de las prioritarias, y está previsto renovar el alcantarillado en los próximos días. También se actuará en el camí dels Tarongers, de Pola, la avenida del Textil, la zona verde de la Ciutat del Transport, y la zona entre la avenida Almaig y el centro de Salud del Barranquet. En el denominado ‘camí de la Costa’ y en el ‘camí Vell de Xàtiva’ se han colocado unas barreras permanentes que se activarán en caso de emergencia para cortar el tráfico de vehículos, y desviarlo a otras vías. Tudi Guillem recordaba que se trata de zonas que en caso de fuertes lluvias se inundan fácilmente con el consecuente peligro para los vehículos.
Cuesta destacaba que en todos estos lugares “iremos interviniendo con los trabajadores de los Planes de Ocupación para mejorar en la medida de lo posible las condiciones de evacuación del agua”. El plan también incluye un protocolo de colaboración con las empresas que ya trabajaron en la anterior riada para facilitar maquinaria pesada, a las cuales el concejal agradeció su predisposición en el citado episodio del año pasado.