El Ayuntamiento de Ontinyent está probando estos días un autobús 100% eléctrico de cara a su posible implantación y uso en el servicio de transporte público urbano en el término municipal. El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y los concejales Jaime Peris (Territorio), Manuel Cuesta (Servicios Municipales), Patricia Folgueras (Sostenibilidad) y Juan Revert (Transporte) tenían ocasión de subir al vehículo modelo “Wolta” que está circulando a manera de prueba durante un mes en la ciudad. Dado el elevado coste del vehículo, el Ayuntamiento ha solicitado una subvención europea del programa FEDER para hacer posible la adquisición, ayuda gestionada a través de la Generalitat Valenciana y que supondría un ahorro del 50% del coste total sin IVA. 
El vehículo, traído desde Italia por la empresa manresana Caro-Buzo, es del mismo modelo que ha sido adquirido por el Ayuntamiento de Madrid con 10 unidades para mejorar su flota de transporte urbano. Según los informes técnicos, en Ontinyent permitiría evitar la emisión de más de 132 toneladas de CO2 a la atmósfera, recorriendo los 71.358 kms que supone la circulación prevista del vehículo, además de mejorar la comodidad y seguridad de los usuarios para entrar y salir del mismo gracias a contar con un suelo más bajo y accesible. 
De hecho, la adquisición de un vehículo de estas características está contemplada en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado por el Ayuntamiento en 2017, donde se incluía la “compra de un vehículo más eficiente y accesible para realizar el servicio de transporte público urbano”, con el objetivo tanto de reducir las emisiones contaminantes como de evitar potenciales accidentes y molestias a los usuarios de edad avanzada, que son los que más utilizan este servicio. 
Durante el periodo de prueba se procederá a valorar si el autobús, con las características físicas del terreno, la temperatura y las necesidades de aire acondicionado, es capaz de operar las horas necesarias (14 horas) y hacer los kilómetros diarios establecidos (195). La prueba se realiza en la línea L2 propuesta en el PMUS y en la cual circularía este vehículo, un recorrido que consiste a recuperar la línea urbana que se suprimió hace unos años y que conectaba el centro urbano con el instituto l'Estació, el polideportivo, la estación de Renfe y el cementerio. Esta línea se pretende recuperar con un nuevo itinerario para conectar también en el futuro con el nuevo hospital comarcal, permitiendo a su vez, aumentar la frecuencia entre Santo Rafel y Sant Josep, y complementándose con la L1 que viene funcionando actualmente. 
Una vez probado el vehículo, y contando con el correspondiente informe de viabilidad y la concesión de la subvención, los siguientes pasos serían la aprobación de su compra, redacción de pliegos para la concesión del servicio, licitación y adjudicación, para finalmente iniciar las operaciones con el vehículo a finales de año.