Los molinos de Alcublas recuperarán el uso tradicional de la molienda a principios de 2020. Estas construcciones del siglo XVIII, que dominan desde la altura el valle sobre el que se levanta el municipio de Los Serranos, volverán a moler el grano 200 años después para mostrar a las nuevas generaciones una de las prácticas agrícolas más habituales, como es extraer el jugo a los cereales. 
Lo relevante hoy es volver al método artesanal, al que se perdió a principios del siglo XIX y que municipios como Alcublas han querido recuperar para Valencia y su provincia, como vienen haciendo localidades como Lores, en Palencia, la riojana Ocón o Campo de Criptana, en Ciudad Real. Para ello, han contado con una subvención de 100.000 euros de la Diputació de València que han completado con otros 54.000 euros invertidos desde las arcas locales, con el fin de impulsar la molienda como un atractivo turístico más de la comarca.
La alcaldesa de Alcublas, Blanca Pastor, avanza que la obra de reconstrucción de los dos molinos estará finalizada a principios de año, incluida la adecuación del entorno para que la visita sea, además de didáctica, “una experiencia completa en contacto con la naturaleza y con una tradición agrícola muy simbólica para este pueblo y la gente que lo habita”.
Los vecinos del municipio aprenden a moler el grano para autogestionar ellos mismos esta actividad divulgativa que pretende despertar el interés de un público familiar, con la posibilidad de organizar visitas de colegios, empresas y otro tipo de colectivos. La alcaldesa explica que “uno de los molinos recuperará su uso original tras la instalación del engranaje para la molienda, mientras que el otro se convertirá en aula formativa en la que difundir la tradición agrícola sobre la que se sustenta Alcublas y la historia de los molinos”.
La reconstrucción del Cerro de los Molinos corre a cargo de Juan Bautista, un especialista en la restauración y reconstrucción de los molinos de viento que han sobrevivido al olvido, la industrialización y la guerra en distintos rincones del país. Bautista, que comenzó su aprendizaje en Campo de Criptana y que ha devuelto su funcionalidad a cinco molinos manchegos, ejerce el oficio de molinero y se encarga personalmente de formar a las vecinas y vecinos de Alcublas en esta práctica centenaria. 

Gigantes de los vientos
Los molinos de Alcublas recuperarán las dimensiones originales tras la reconstrucción, ampliando su altura hasta los 12 metros aproximadamente y manteniendo el diámetro de 7 metros. “Esta es una actuación definitiva, que nada tiene que ver con la rehabilitación de hace unos años utilizando elementos impropios como cemento para el tejado y aspas de metal que agrietaron los muros”, señala la alcaldesa, que detalla que cada molino contará con 4 aspas de madera de 8x2 metros.
El artesano criptanense, guardián de los gigantes de los vientos a los que se enfrentó el Quijote, es también un especialista en el arte de la orientación ventosa y cuida con mimo la fijación del palo de mando que orienta las aspas. No es para menos; el proyecto del ayuntamiento, con ayuda de la Diputació, reconstruirá los molinos y permitirá poner en marcha los talleres de molienda. Y algo aún más importante: hará realidad el sueño de muchos alcublanos y alcublanas. 
Para el diputado de Desarrollo Rural, Ramiro Rivera, “este tipo de actuaciones dan sentido al trabajo que hacemos desde la Diputación para dinamizar la actividad económica de los municipios valencianos que, en casos como el de Alcublas, es fundamental para que la lucha contra la despoblación sea efectiva”. “Como alcalde de un pueblo como Titaguas que comparte tantas cosas con Alcublas, no solo la pertenencia a Los Serranos sino la riqueza natural que nos anima a seguir habitando estas tierras, entiendo perfectamente la importancia de recuperar el entorno de la casa del molinero y compartirlo con los pueblos vecinos como un atractivo turístico más de la comarca”.