La Diputación de Valencia ha decidido destinar 21,2 millones de los 33,3 del superávit a la puesta en marcha de un nuevo Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles, el tercero de la legislatura tras los 70 millones invertidos en los 266 municipios de la provincia nada más entrar el nuevo equipo de gobierno y los 12 millones de un segundo IFS destinado a los municipios de menos de 5.000 habitantes.
La intención de estos planes es la de reforzar esa apuesta por la autonomía de alcaldes y alcaldesas, que son los que mejor conocen las necesidades de sus vecinos, pero, como asegura el presidente, Jorge Rodríguez, “los municipios necesitan una financiación suficiente y adecuada para poder asumir competencias y demostrar su responsabilidad en respuesta a la autonomía que siempre decimos que deben tener”. El presidente ha vuelto a destacar la importancia que tiene este nuevo modelo de reparto de ayudas ya que se “eliminan los planes teledirigidos que estaban al margen de criterios reales y objetivos”.
En la misma línea se expresa la vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó, que destaca los criterios objetivos que siguen estos planes y el resto de programas puestos en marcha por la institución, como los SOM, que han simplificado su tramitación e introducido criterios sociales en la distribución de las ayudas. En palabras de Amigó, “lo más importante es que hemos acabado con el clientelismo y los favoritismos y estamos poniendo la Diputación al servicio de las personas, en colaboración con el resto de administraciones, con las que cooperamos en lugar de competir”.
 
Criterios sociales
El tercer IFS, una línea de inversiones sostenibles, fundamentalmente de mejora de instalaciones y servicios, que ha dejado ya más 100 millones de euros en las comarcas valencianas, se aprueba este viernes y tendrá un plazo de presentación de proyectos que se prolongará hasta el 20 de de septiembre, período en el que los ayuntamientos tendrán que poner en marcha su maquinaria para dar forma a esas actuaciones de mejora pendientes o a proyectos demandados por los vecinos que pueden tener cabida en el plan.
Los criterios a la hora de determinar el reparto de los 21,2 millones de euros entre los municipios valencianos de menos de 50.000 habitantes son los mismos que se emplearon en el Plan de Servicios y Obras Municipales (SOM). Es decir, una cantidad fija para todos los municipios y otra variable en función de criterios como el número de habitantes, que pondera un 30%, el coste efectivo de los servicios, la superficie (10%), la tasa de desempleo (10%), los núcleos de población separados, como aldeas y pedanías (4%) y la pertenencia al Pacto de Alcaldías, con actuaciones contra el cambio climático (3%).
 Los otros 11 millones de euros del superávit se han destinado a distintas partidas, la mayor parte programas o líneas de las áreas de gestión ya en marcha que han ampliado su dotación para llegar a más municipios y personas. El pleno de julio aprobó destinar, entre otras inversiones, 1.000.000 euros a los municipios afectados por las lluvias; 900.000 euros para la reforma en la cubierta y la fachada del teatro Principal; 400.000 euros para la puesta en marcha de la Red de Municipios Contra la Violencia de Género; 1.000.000 euros para bienes muebles e inmuebles y 900.000 euros para subvencionar a clubes y deportistas de élite y jóvenes promesas.
Otras medidas aprobadas
La puesta en marcha del tercer Plan IFS de la Diputación viene acompañada por otras medidas aprobadas en la Junta de Gobierno de este viernes, como la concesión de subvenciones para el mantenimiento de Centros de Infantil y Primaria en materia de eficiencia energética y la concesión de subvenciones para la realización de centros sociales y sus respectivos convenios de colaboración con los municipios de Llíria, Sueca, Carcaixent i Paterna.Otro de los proyectos que se desarrollará es el acuerdo de colaboración con la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (AVAESEN) en el ámbito de ‘smart cities’ (ciudades inteligentes), en su línea por promover soluciones tecnológicas de movilidad, gestión ambiental o detección de incendios, entre otras.