El pasado martes 23 de enero el pueblo de Otos se quedaba sin cajero automático. A pesar de las diversas reuniones y gestiones de del Ayuntamiento para evitarlo, finalmente la entidad bancaria ha decidido poner los puros intereses económicos por delante de la responsabilidad cívica y ética de dar servicio a sus clientes, critican desde el Ayuntamiento de Otos.
Los vecinos del pueblo, que durante muchos años han depositado su dinero y su confianza en esta entidad bancaria, muestran su malestar y su decepción ante este hecho que perjudica, sobre todo, a la gente más mayor y a todos aquellos que no tienen los medios necesarios para desplazarse a poblaciones que disponen del servicio de cajero.
"Estos hechos fomentan las diferencias entre las ciudades y los pueblos y agravan el despoblamiento rural que tanto eco mediático tiene últimamente. Los intentos del ayuntamiento por mejorar la calidad de vida del nuestros mayores, de dar oportunidades de trabajo dignos a nuestros jóvenes, de fomentar el turismo y la llegada de nuevos pobladores quedan frustrados por el egoísmo de las entidades bancarias y, para acabarlo de arreglar, por la inoperancia de las administraciones públicas, que no resuelven el problema y que tampoco nos proporcionan una buena cobertura móvil o unas adecuadas conexiones de Internet", explican desde el ayuntamiento.
El comunicado del consistorio pide "a quien nos quiera escuchar, que se ponga manos a la obra para hacer que la gente de los pueblos pequeños podamos vivir en iguales condiciones de dignidad que los de las ciudades. Estamos hartos de ser los guardianes del territorio, de cuidar los campos y los bosques y de recibir, a cambio, un trato de ciudadanos de segunda clase", concluyen desde el consistorio.