- ¿Cómo está el equipo después de dos partidos con decisiones arbitrales muy discutibles, con esos dos penaltis en tiempo de descuento?
- Dentro de que estamos dolidos por esos dos partidos, creo que hemos hecho las cosas bastante bien, hemos tenido opciones ganarlos, pero por pequeños detalles, hemos perdido esos dos partidos. A pesar de ello, el equipo está tranquilo, sabemos que estamos trabajando bien y compitiendo bien en cualquier campo. Por eso, esa mala suerte en los dos últimos partidos puede cambiar, porque el futbol es así y lo que por un lado te quita, luego te lo da. 
El equipo está trabajando duro en el día a día y confía en sí mismo. Hay que seguir y que este sábado los tres puntos se queden aquí.
- El calendario ha sido muy difícil para el Ontinyent, que se ha enfrentado ya a los seis primeros clasificados.
- La verdad es que esta categoría es muy complicada. Yo no entiendo ni de calendarios ni de rivales, todos los rivales son difíciles, cualquiera te puede ganar y a cualquiera le podemos ganar. Hasta ahora, frente a equipos contra Mallorca y Elche, los equipos con más presupuesto de toda la categoría, hemos competido, sólo hemos perdido por la mínima. Hemos demostrado que podemos competir contra cualquiera.
- ¿Pesa el escudo en las decisiones arbitrales?
- Se puede ver así o no. Yo tengo bastante empatía con los árbitros. Sé que es una labor muy complicada, porque tienen que tomar decisiones en uno o dos segundos, quizá en estadios grandes ante determinados rivales pueda influirles algo, pero tampoco creo que el equipo gane o no por un árbitro. Un partido dura 90 minutos. En Elche perdimos en el 94, pero tuvimos 93 minutos para hacer, quizá, algo más. Puede ser que ante la duda tiren hacia el escudo que más pesa, pero casi todo depende de nosotros. No es justo echarle la culpa a un árbitro por perder un partido. 
- Ha jugado como central y como centrocampista defensivo. ¿En qué posición se siente más cómodo?
- He jugado más veces de central que de pivote. Yo, aunque soy central, juego donde haga falta. Si el míster cree que en una posición puedo ayudar, ahí estaré yo para darlo todo. Al final, la posición donde juegue yo es lo de menos, lo importante es el grupo, que el que esté lo dé todo. Estoy contento porque el míster está contando conmigo, no podría decir donde me siento más cómodo, porque en ambas posiciones me siento cómodo.
- El sábado llega el Olot, que tiene los mismos puntos que el Ontinyent, ¿puede servir para romper esa mala racha?
- Es cierto que es un partido importante, porque el siguiente siempre es el más importante. Tenemos que seguir haciendo el trabajo que estamos haciendo hasta ahora. Será un encuentro en el que todos, equipo, cuerpo técnico y afición, tenemos que conseguir que los tres puntos se queden aquí, porque una victoria podría ser un punto de inflexión para romper esta racha, injusta por lo que se ha visto en los partidos, y que el equipo vaya hacia arriba, que es donde merece estar.
- Además, en caso de victoria, sería la primera en liga como local, una de las asignaturas pendientes.
- En casa nos está costando mucho hacer goles, porque aunque en Copa sí que hemos marcado, en liga nos falta estar un poco más acertados en ataque, y eso es culpa de todos. Tenemos que dar un poco más cada uno para romper al racha, hacer goles y convertir el Clariano en un fortín. Recuerdo cuando he visitado El Clariano con otros equipos me parecía casi imposible ganar. Tenemos que volver a lograr eso, que los equipos que vengan aquí, sepan que eso es casi como ir al dentista. Para ello, hay que estar todos juntos.
- ¿Con qué equipos ha jugado en El Clariano?
- Debuté en Segunda B con el Villarreal B precisamente en El Clariano y perdimos. Fue el año del ascenso a Segunda. Otro año vine con el Benidorm y perdimos en el minuto 93. Es decir, las dos veces que vine como visitante perdimos y sabíamos que era un estadio muy complicado. Eso debe continuar así, que el público apoye mucho y el rival lo tenga muy difícil. 
- ¿Qué le pareció el apoyo de la afición en Elche?
- La verdad es que es de agradecer que vinieran a apoyar. Aunque era un campo muy grande, se les escuchaba y eso en los momentos eso te llena. Cuando uno está cansado y oye algún grito de ánimo o ve en la grada camisetas del Ontinyent, eso te da fuerzas para seguir corriendo. Eso al final suma.
- Transcurridos unos meses en Ontinyent, ¿era el club lo que esperaba?
- Muchas veces a la familia y amigos se lo digo. Estoy muy contento de haber venido a Ontinyent. Tenía tres opciones y estoy muy contento de haber elegido Ontinyent. La ciudad me parece muy buena para vivir, el trato es muy bueno. El club sabía lo que era porque había venido aquí a jugar. Años atrás quizá hubiera preferido firmar por un equipo con campo de césped natural, pero no me importó venir a jugar en césped artificial, porque aquí sabía que te hacen sentir futbolista, el grupo III es muy competitivo. 
El club quiere profesionalizar muchas cosas. Están pendiente de cualquier detalle para mejorarle, desde el autobús para los viajes, un picnic para después de los partidos o arreglar una ducha si se ha roto.  El club está intentando crecer y eso a los que estamos lejos de la familia nos hace sentir como en casa. 
- Muchos coinciden en señalar que el año pasado, una de las claves fue el gran grupo humano que se formó. ¿Cómo es el vestuario este año?
- Del año pasado continúan sólo Juanan, Soler y Rober, el resto somos nuevos, pero hemos formado un grupo muy bueno, algo a lo que yo le doy mucha importancia, porque al salir al campo morimos unos por otros.  Al final, formar un buen grupo humano, al final de temporada, son muchos puntos y, gracias a Dios, eso aquí está pasando. Hemos conseguido crear buenos vínculos, nos vemos fuera de los entrenamientos, el cuerpo técnico también está sumando mucho en este aspecto. Ir todos a una y llevarse bien es muy importante, porque los once que saltan al campo tienen que ser once amigos por los que lo das todo.