Emoción, esfuerzo, sacrificio es lo que ha llevado al Ontinyent a lograr el anhelado ascenso a Segunda B. El equipo blanquinegro llevaba una ventaja de 3-0 del partido de ida, pero en la primera parte, dos llegadas del Alavés B pusieron el 2-0 en el marcador. Antes, Cristo tuvo una clara oportunidad que hubiera cambiado el destino del encuentro, pero le señalaron fuera de juego. Los goles del Alavés llegaron en sendas incursiones de Altair en el 35 y de Iglesias en el 42.
Precisamente, Cristo fue expulsado justo antes del descanso tras ver la segunda tarjeta amarilla.
Tras el descanso, Miguel Ángel Mullor recompuso el equipo con la salida de Rafeta para dar entrada a Francesc en ataque. El Alavés B lo intentó de todas las maneras, pero el gol tardó en llegar. Primero lo intentó Víctor, pero su remate se marchó lejos. Poco después ha sido De la Fuente. En el minuto 75 ha llegado el tercero, gol de Vïctor. El Ontinyent ha sacado fuerzas de flaqueza para mantener la puerta a cero en lo que quedaba de tiempo reglamentario.
En la prórroga, el Alavés se ha quedado con 10, por lo que el partido se ha igualado, e incluso el Ontinyent ha tenido dos ocasiones para marcar, pero finalmente, con el 3-3 se ha llegado a la tanda de penaltis, donde un gran Iván Vallés, en el que era su segundo partido como titular, ha detenido dos penaltis, a Iglesias y a Jon Ander, lo que sumado a los goles de Abengózar, Francesc, Ortega y José Antonio Soler, han desatado la alegría de los más de 200 aficionados del Ontinyent en Ibaia, que lo han celebrado por todo lo alto.