- ¿Desde cuándo está trabajando en la India?
- Estoy trabajando en India desde hace un año. Es la tercera vez que me encuentro en este país. La primera fue en 2017 con una beca del Gobierno de Reino Unido que me permitió trabajar durante cuatro meses para una ONG en el ámbito de la salud pública y la participación juvenil.  Durante esos cuatro meses me acogió una familia de un pequeño pueblo de Rajasthan; sin duda, aprendí yo mucho más de ellos que ellos de mí. La segunda vez fue para visitar a mi familia de acogida, a algunos amigos y para hacer un poco de turismo, desde el Taj Mahal hice un recorrido por ciudades históricas como Jaipir, Udaipur, Jodhpur…
No es la primera vez que resido fuera de España, pero sí la primera vez que me encuentro fuera de Europa por tanto tiempo. Realicé mis estudios de Económicas y un master en Londres, una ciudad en la que viví cuatro años y a la que le guardo un especial cariño. Tras mis estudios y mi especialización en asuntos europeos, me trasladé a Bruselas. Allí trabajé los últimos años para la Comisión Europea, una de las tres principales instituciones que conforman la Unión Europea. 
- Respecto a su estancia en la India, ¿en qué ciudad está y qué destacaría de ella? 
- Es muy curioso que la idea que tenemos los extranjeros de India difiere bastante de la realidad. India es, sin duda, un país de altos contrastes, pero hay ciertas ciudades donde se encuentran todas las comodidades que tenemos en los países occidentales. Es el caso de Chandigarh, la ciudad en la que resido. De hecho, fue una ciudad planificada por el arquitecto suizo ‘Le Corbusier’. Chandigarh es una de las ciudades más desarrolladas y ricas del país, ya que es la sede gubernamental de dos estados indios – Hariana y Punjab. Es una ciudad llena de parques y muy famosa por su ocio nocturno y su gastronomía. 
- ¿Diría que se ha adaptado al país? 
- Al no ser la primera vez que venía a India quizá diría que el choque cultural ha sido menor de lo esperado. Me había informado acerca de Chandigarh, pero nunca imaginé que realmente mi vida en India no diferiría tanto de mi vida en otras capitales europeas. Más allá de mi círculo social y laboral, hay ciertos aspectos o prácticas a las que creo que nunca llegaré a adaptarme. En mi entorno, observo a diario situaciones injustas entre dueños y sus sirvientes y un gran número de ocasiones en las que la mujer no es tratada de forma igualitaria. De todos modos, he aprendido a observar antes de formular prejuicios, ya que muchos de los problemas existentes en este país aún persisten en España. Aún así, mi vida en India me ha ayudado a valorar ciertos servicios e infraestructuras públicas que tenemos en España que solemos dar  por hecho. En India, la salud y la educación están altamente privatizadas, dejando de lado a una gran parte de la población. De igual manera, las carreteras y el transporte público, por poner un ejemplo, no soportan la elevada población ni proporcionan una calidad mínima. 
- ¿Qué es lo que más echa de menos de Ontinyent y España en general?
- Mi familia, mis amigos y la calidad de vida. Cuando salí de casa a los 18 años fue – imagino como para la mayoría de los jóvenes de esa edad – una experiencia que tomé con un gran entusiasmo, ya que significaba, de cierta forma, lograr una independencia, aunque solo fuese física. Generalmente, vuelvo a Ontinyent una o dos veces al año. 
- ¿Cuáles son los objetivos de la entidad en la que trabaja, Edureform?
- EDUREFORM es un proyecto de 1 millón de euros financiado por el programa ERASMUS + de la Comisión Europea. Poca gente lo sabe, pero el programa ERASMUS va más allá de los famosos intercambios universitarios. En este caso, EDUREFORM pertenece a una serie de programas de ‘fomento de capacidades’. El objetivo es mejorar la calidad de las instituciones de Educación Superior gracias a la colaboración entre socios europeos y de países terceros, en este caso India. Nuestro objetivo principal es promover el pensamiento crítico, analítica y la creatividad en las universidades indias. Para alcanzas nuestra meta, contamos con un consorcio formado por instituciones educativas y PYMES alemanas, italianas, letonas, finlandesas e Indias. La entidad que coordina el proyecto es la Universidad de Chitkara, la cual se encuentra en Chandigarh y desde dónde mi compañera de trabajo, Alda, y yo, coordinamos EDUREFORM. 
- ¿Cuáles son los principales problemas de la enseñanza/educación en la India?
- El principal problema parte de la falta de educación primaria pública de calidad. La diferencia de calidad e infraestructura entre colegios privados e indios segrega a los niños desde una pronta edad. De hecho, en India he visitado algunas de las escuelas privadas más punteras mientras que muchas escuelas públicas siguen sin tener luz y agua corriente. El siguiente problema presente se encuentra en la educación universitaria. India posee universidades públicas de gran renombre y calidad, pero reciben tantas solicitudes que sólo un pequeño porcentaje de estudiantes logra acceder. La solución por la que ha optado el Gobierno indio ha sido facilitar la acreditación y la regulación de universidades privadas, las cuales están proliferando en todos los rincones del país. Esta privatización del sector universitario hace un flaco favor a un país en desarrollo como la India, ya que impide a una gran parte de la población cursar estudios superiores debido a sus altas tasas. 
- Edureform es un proyecto cofundado por la Unión Europea. ¿desde cuándo está en marcha?
- El proyecto fue aprobado justo antes de la pandemia. Este tipo de proyectos dedica una importante parte de su presupuesto a la movilidad de los miembros del consorcio y de los estudiantes de dichas universidades. De esta forma, EDUREFORM tuvo que ‘congelarse’ durante más de un año, ya que la pandemia impidió cualquier tipo de viaje a nivel internacional e incluso nacional. Por abril del año pasado, mi compañera y yo llegamos a India con un importante reto por delante: reavivar EDUREFORM. No fue fácil, pero el proyecto ya se encuentra en marcha. La Comisión Europea comprendió los obstáculos por los que estábamos pasando y nos concedió una extensión de un año para finalizar el proyecto, el cual ahora finalizará en enero 2024. 
- ¿De qué manera están ayudando al profesorado de la India a mitigar el impacto negativo de la llamada Cuarta Revolución Industrial?
- Como apasionada de las Ciencias Económicas, me encanta trabajar para un proyecto como EDUREFORM. La Cuarta Revolución Industrial es una revolución marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas que están cambiando el mundo tal y como lo conocemos. Algunos ejemplos con los cuales estaremos todos familiarizados son: los drones, la inteligencia artificial, la robótica, la impresión 3D, el 5G... Los investigadores han probado que muchos puestos de trabajo serán fácilmente automatizados. Esto suena muy alarmista pero seguro que ya lo habéis observado en los parkings automáticos, los cajeros de los supermercados, los peajes… Las sucursales de los bancos están cerrando, muchos ya no necesitamos una oficina para trabajar... Por lo tanto, es importante potenciar las habilidades que nos distinguen de las máquinas, por decirlo de alguna manera. La creatividad y el pensamiento crítico y analítico son tres habilidades que los seremos humanos necesitamos en el siglo XXI. Ser creativo, crítico y analítico nos lleva también a ser buenos ciudadanos, a tomar decisiones ponderadas e incluso, a encontrarnos mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno.
- ¿Qué valoración se tiene en la India de la Educación en España?
- Realmente, los ciudadanos indios tienen una noción prácticamente nula del sistema educativo español. Están más familiarizados con la educación británica, ya que muchos indios provenientes de familias acomodadas cursan sus estudios en el Reino Unido. Es verdad que en India existe una idealización del continente europeo, un continente con más libertad, con salarios elevados y con una gran calidad de vida (aunque lo mismo les ocurre con Norte América). Sin embargo, en el sector educativo en el que me encuentro, hay una enorme curiosidad por parte de los indios por conocer las pedagogías europeas y el funcionamiento de los colegios y universidades de nuestro continente. Si las condiciones lo permiten, el año que viene viajaré con mi equipo indio a Europa para que puedan observar en primera persona como es la educación en algunos de los países de la Unión Europea. Eso sí, en India nuestro país es cada vez más conocido gracias al futbol, ‘La Casa de Papel’ y una película de Bollywood rodada en España que fue una de las más taquilleras de los últimos años: ‘Zindagi Na Milengi Dobara’ (solo se vive una vez). La película muestra algunas de las fiestas españolas más conocidas como los ‘San Fermines’, la ‘Feria de Abril’ y sorprendentemente, ‘La Tomatina’. Creo que la pregunta más común que recibo es si he ido a ‘La Tomatina’. 
- ¿Se plantea el volver a España?
- Actualmente, me gustaría seguir gestionando y coordinando EDUREFORM. Sin embargo, una vez termine el proyecto no descartaría cambiar de país de residencia, pero eso ya vendrá. Por ahora, sé que en poco más de un mes pasaré unas vacaciones en España y tengo mucha ilusión.