Algunos vecinos de Ontinyent se han sorprendido estas semanas al ver en sus buzones unas cartas con la advertencia “Esta correspondencia ha estado retenida por orden judicial”. Algunos de ellos incluso se dirigieron a la entidad remitente para preguntar.
Se trata de las cartas que un cartero que ejerció en Ontinyent se apropió durante cerca de diez años y guardó en su trastero en Alcoy. En noviembre de 2015 este empleado de Correos fue detenido por apropiarse de 3.200 cartas, muchas de ellas de Ontinyent, puesto que trabajó en esta ciudad.
Además de la detención, la Policía Nacional logró recuperar más de 1.000 cartas, que generalmente procedían de instituciones como la Generalitat Valenciana, Ayuntamientos, entidades bancarias, energéticas, aseguradoras, sanitarias... en otros casos se trataba de propaganda electoral, cartas particulares o talonarios de recetas, entre otras.
Este empleado ejerció en distintas oficinas de Correos, como Ibi, Alcoy, Muro, Alicante, Cocentaina y Ontinyent. Precisamente, fue durante su etapa en Ontinyent cuando la jefatura de reparto detectó irregularidades y le abrió un expediente disciplinario, que llevó aparejada una sanción y el despido a finales de 2014, según fuentes de Correos en aquel momento.
Las cartas recuperadas permanecieron a disposición judicial hasta que finalmente ha sido autorizado el envío a sus propietarios, unos cuantos años después de ocurrir los hechos. 

Evitó la prisión
En enero de este mismo año, 2018, la Audiencia Provincial de Alicante condenó al cartero a dos años de prisión, pero le aplicó el atenuante de reparación del daño y de confesión de los hechos. Aunque la Audiencia Provincial entendía probado el robo de 3.272 cartas, todas ellas con direcciones en Ibi y Ontinyent, la sentencia aceptó la petición de la defensa de suspender la pena de prisión, con la condición de que el condenado no delinquiera en un plazo de cuatro años. La sentencia de la Audiencia de Alicante también le condenó a inhabilitación para empleo o cargo público durante cuatro años.