Las primeras cifras cuantificables en la repercusión del coronavirus en el empleo ya han llegado. Así, la publicación de los datos de ocupación del mes de marzo deja un total de 287 nuevos demandantes de empleo en Ontinyent, para un total de 2.990 y, por tanto, cerca de volver a superar la barrera de los 3.000. Concretamente, de los 2.703 parados con los que cerró febrero se ha pasado a 2.990 del mes de marzo, un incremento porcentual del 10’62%.
Por sectores, no hay ninguno que haya tenido un comportamiento positivo. Así, la agricultura aumenta ligeramente el número de demandantes (+2), pero son especialmente industria (+69) y servicios (+176), los que más han sufrido el golpe del Coronavirus, seguidos de la Construcción (+36). Entre aquellos que declaran no tener actividad económica también aumenta, aunque en menor medida (+4).
Hay que tener en cuenta que estos datos reflejan sólo una parte de la realidad, puesto que los afectados por ERTES (Expedientes de Regulación temporal de Empleo) no se contabilizan, al seguir cotizando a la Seguridad Social. 
En cuanto al comportamiento del paro en la comarca, en la Vall d’Albaida, el paro registrado en marzo de 2020 es de 6.089 parados, es decir, hay 552 parados más que en el mes anterior y 374 más que en el mismo mes de 2019. Porcentualmente, supone un incremento mensual de 9’97% y un incremento anual de 6’54%.
En cuanto a la contratación, en La Vall d’Albaida se han registrado 1.726 contratos este marzo de 2020, lo que ha supuesto  330 contratos menos que en  2019, es decir, un 16’05% de descenso  interanual. Por géneros, 715 han sido a mujeres (41’43%) y 1.011 a hombres (58’57%). La contratación indefinida mensual de marzo 2020 es de 238 contratos (13’79%) y la contratación temporal es de 1.488 contratos, lo que significa un 86’21%. Respecto el 2019, la indefinida disminuye en un 30% y la temporal disminuye en 228 contratos, un 13’29%. Los contratos a tiempo parcial son un 28’62% con respecto a los de jornada completa, un 71’38%.
Según destaca Raül Roselló, de UGT, “los datos del paro no se han podido beneficiar de los días festivos y Semana Santa y muchos trabajadores no han podido incorporarse a sus nuevos puestos de trabajo”. Por otra parte, destaca Roselló, “es significativo que el empleo femenino haya resistido mucho mejor que el masculino, dado que las actividades esenciales como son las vinculadas a los cuidados, alimentación y en general los servicios a la sociedad, tienen una amplia presencia laboral de las mujeres”.