Es un hecho que la crisis sanitaria ha cambiado los hábitos de vida y consumo. Los desplazamientos se han reducido y mucha gente ha cambiado las comidas en bares y restaurantes por el consumo en los hogares. “Desde que empezara el confinamiento ha habido un aumento sensible de generación de residuos en referencia a años anteriores”, afirma el gerente de Recisa, Luis Unanue, “debido sobre todo al cambio de hábito y comportamiento”, añade. 
“La gente no se ha desplazado, y los residuos se han generado en las localidades de origen”, añade. “Este aumento se empezó a detectar en marzo, en abril lo constatamos y en mayo ha sido muy grande”, detalla Unanue. 
En lo referido a la basura urbana en Ontinyent en marzo se generaron 22’58 kilos de residuos por habitante, en abril la cantidad aumentó a 25’59 y en mayo a 27 kg por habitante, un ascenso del 20% en tres meses. Si se tienen en cuenta los kilos totales en Ontinyent, en marzo se recogieron 820.080, mientras que en abril fueron 879.000 y en mayo la cantidad se disparó hasta los 900.060 kilos, un aumento de casi un 10%. 
En lo referido a la recogida selectiva “se ha desbordado”, sobre todo los contenedores de envases y cartón. “En el vidrio no ha ocurrido lo mismo al estar los bares cerrados”, comenta Unanue. El desbordamiento en contenedores no era un problema de ahora, sino que “la actual situación de emergencia sanitaria ha venido a acrecentarlo”, asegura el gerente de Recisa. “Se ha demostrado que la frecuencia de recogida es demasiado justa”. En Ontinyent hay alrededor de 115 contenedores de envases, 108 de cartón y 120 de vidrio. La recogida de estos contenedores se realiza los lunes, miércoles y viernes. “La recogida selectiva es un servicio que va a más, cada vez se recicla más, entonces el futuro pasa por aumentar la frecuencia de recogida o cambiar el modelo”, añade. 
En este sentido, desde la concejalía de Medio Ambiente, Sayo Gandía explica que se ha aumentado la frecuencia de recogida en el diseminado, como suele hacerse, y que en esta zona la situación de los contenedores está más controlada. “Se ha adelantado la temporada de subida a las casitas con motivo del covid-19”, matiza. No obstante, explican desde el consistorio que este año no pueden realizar un aumento generalizado de la frecuencia generalizada, ya que “no podemos modificar el contrato”, que es mancomunado, y este año “no tenemos un aumento de la frecuencia contemplada, ya que no preveíamos la crisis sanitaria”, comentan. “El objetivo sería de cara al próximo año realizar una recogida óptima, con aumento de frecuencia en los puntos donde pueda producirse desbordamiento”, añade. Por otro lado, la recogida puerta a puerta de toda la basura, incluida la de los contenedores de reciclaje, tendrá que esperar hasta que finalice el contrato con la Mancomunitat de Municipis de la Vall d’Albaida, que será en 2022.
Al aumento de la generación de residuos se suma el incivismo de algunas personas que dejan en los contenedores cualquier tipo de objeto, como puedan ser colchones o trastos viejos, que deberían depositarse en el Ecoparc. Un problema que no es aislado, sino que sucede en otros municipios de la comarca de la Vall d’Albaida. Por ello, la concejal de Medio Ambiente, Sayo Gandía, incide en la responsabilidad para evitar un mal uso de los contenedores y que éstos se conviertan en focos de insalubridad.