- ¿Cómo ha sido el proceso de crear la candidatura y el equipo?
- Realmente, formar el equipo ha sido fácil. Como dije durante mi discurso, por circunstancias que no vienen al caso, yo entré en Festeros bajo la presidencia de mi amigo Toni Morales, con la idea de posteriormente presentarme yo como presidente, pero por motivos personales tuve que declinar la idea y retirarme. Ya en aquel momento, el equipo me dijo que estaría a mi lado si más adelante yo tenía la intención de dar el paso. Ha pasado el tiempo prudente necesario. Después de comentarlo en casa y animarme todos a dar el paso, el equipo ha estado ahí. Lo han puesto muy fácil. Sin ellos, yo no hubiera dado el paso, porque tener un buen equipo detrás es fundamental, de ahí que yo tuviera la intención de realizar un acto como el del viernes, en el que se pudo apreciar el currículum festero de todos ellos, que es más que extenso.
- Las circunstancias que le hicieron declinar presentarse hace unos años, ¿están superadas?
- Ahora es el momento oportuno. La ‘casa’ siempre necesita de gente con ganas de trabajar. Creo que podemos seguir aportando mucho a la Fiesta y los festeros. Cuando estuvimos en la anterior etapa, creo que hicimos una gestión buenísima, con cambios importantes que aún perduran. Queremos escuchar a las comparsas, porque esto es una cosa de todo. Las decisiones e ideas se tienen que consensuar con las 24 comparsas. La Fiesta aún tiene cosas por hacer, nosotros queremos engrandecer más, si se puede, nuestras Fiestas.
- Uno de los cambios que en la junta de la que usted formaba parte tomó fue el pasar el boato de la embajada al final de la Entrada. ¿Cree factible su permanencia con los resultados como hasta ahora en un contexto en el que se está incrementando el número de festeros?
-  Sí, de momento creo que es factible. En el momento en el que se tomó aquella decisión no había muchos menos que actualmente. Durante la crisis, hubo alguna baja, pero realmente, no tantas como se comentaba. Es verdad que ahora, afortunadamente para el bien de la Fiesta, parece que está habiendo más altas. Nosotros no tenemos pretensión de hacer correr a nadie.  Vamos a buscar un punto en el que el festero esté cómodo y que permita realizar una Entrada que tenga un orden adecuado. El primer año será el que nos permitirá analizarlo desde dentro. Lo que tengo claro es que mi equipo trabajará para organizar todos los actos, porque es la base para que los horarios se cumplan, sin hacer correr a nadie, pero dentro de un orden.
Un cambio como el que se llevó en la Entrada pasa por una asamblea, porque son los festeros los que tienen siempre la última palabra. Como festero de a pie he disfrutado mucho los últimos años y pienso que el público ha respondido muy bien al cambio, porque no podemos olvidar que la Entrada es para el que desfila, pero también para el público. De hecho, el cambio se realizó pensando en promover que el público se quedara a ver toda la Entrada.
En cuanto a los horarios, el festero se debe concienciar de la importancia de respetar los horarios. 
- ¿Cuál sería el plan de trabajo en caso de que resultara elegido?
- En nuestro caso, hace 4 años que no estamos en la “casa”. Creo que lo primero es vivir todo un ciclo festero y una vez pasa el primer año es cuando tienen más elementos de juicio para saber qué se puede mejorar, siempre escuchando a las comparsas, proponiéndoles cosas y así intentar llegar a un consenso que sea beneficioso para el festero, la Fiesta y para Ontinyent. 
- Tras 11 años sin elecciones a la presidencia de la Sociedad de Festeros, ¿cómo valora que ahora sí que haya elecciones porque hay más de una candidatura?
- Creo que la que ha ganado es la Fiesta. Que hoy en día, con las circunstancias actuales, haya dos candidaturas de gente joven, con dos equipos formados por 14 personas, con inquietudes por trabajar por la “casa”, creo que es muy positivo para la Fiesta. Es un lujo.

- ¿Qué recuerdo le queda de la presidencia de su padre al frente de Festeros?
- Mi padre fue presidente en dos etapas. En la primera de ellas, yo era muy pequeño. El recuerdo que tengo de él es vestido de kábila organizando los actos, con la chapa… Ya en 1989, cuando volvió porque la gestora lo buscó y él no sabía decir que no, a mí me nombró vocal de su junta. Ese año para mí fue lo más grande que me había pasado en la vida en aquel momento: poder trabajar con mi padre por la Fiesta. El haber estado anteriormente te da tranquilidad, junto al equipo que me acompaña, y la seguridad para dar el paso. Lo poco o mucho que aprendí de él lo pondré en práctica. 
- La Declaración de Fiestas de Interés Turístico Internacional está de nuevo en marcha y parece que en esta ocasión va por buen camino. ¿Cómo lo valora?
- Es de ley que nos la den. Ontinyent se la merece. El Ayuntamiento creo que está realizando una buena gestión. La Sociedad de Festeros en este asunto debe estar al lado del Ayuntamiento y trabajar conjuntamente para lograrlo, porque no es justo que Ontinyent, con unas Fiestas de más de 150 años y con la calidad que tienen, aún no tenga este reconocimiento.