- ¿Qué le lleva a dar el paso y asumir la presidencia de Ateval Vall d’Albaida?
- Cuando Càndid Penalba asumió la presidencia, me ofreció ser el vicepresidente y yo acepté. Cuando él pasó a ser presidente de Ateval Comunidad Valenciana, me animó a que yo fuera el siguiente presidente de Ateval comarcal, al tiempo que estoy de vice-presidente de Ateval Comunidad Valenciana. 
- El haber sido vice-presidente supongo que ayudará a conocer mejor la entidad. ¿Es así?
- Sí, claro, al estar dentro conoces la parte interior de la asociación. Yo con Càndid siempre he congeniado muy bien; tenemos una visión muy parecida de lo que es el sector textil. Por eso, el trabajo que él había hecho en Ateval Vall d’Albaida los dos queríamos darle continuidad. La verdad es que yo asumo una asociación muy limpia. Después de una etapa en la que tuvo un mayor endeudamiento, los últimos años la situación ha mejorado y ahora mismo la asociación está muy bien. Estamos intentando aportar juventud, gente joven que ya está al cargo de empresas y que tiene una nueva manera de entender el negocio. En este sentido, frente a la tendencia del pasado según la cual cada empresario estaba muy cerrado en su empresa, ahora predomina una visión más abierta. El empresariado actual entiende que entre nosotros nos tenemos que ayudar, no sirve el ir poniéndose trabas unos a otros. 
Nosotros ni la competencia ni el enemigo los tenemos aquí, sino que vienen de fuera. Por eso, es muy importante estar comunicados entre nosotros, verse no como rivales sino como colaboradores. 

- ¿Se ha roto, entonces, esa rivalidad entre empresas que predominaba en épocas pasadas?
- Sí, totalmente. Lo he podido comprobar en mi época como vice-presidente de Ateval Vall d’Albaida, con unas juntas que tenían una asistencia muy alta y que eran muy participativas. Esa cordialidad y buena relación entre empresarios es muy bonita. Una de las cosas que me animó a asumir la presidencia fue precisamente el buen ambiente que he visto. Al final, cada uno en su empresa ya tiene un día a día que es muy duro. Eso sería ya suficiente como centrarse en la empresa propia, pero ves que en la asociación hay muy buena relación y muchas ganas de hacer cosas interesantes y eso me animó a aportar también mi granito de arena.
- En su discurso el día de la elección destacó el papel de la innovación. ¿Cómo van a incidir en este aspecto desde Ateval Vall d’Albaida? ¿Qué puede aportar a la asociación de la experiencia innovadora de Lurbel?
- Nosotros tenemos nuestro propio estilo, que no es mejor ni peor que el de los demás, pero que es el que hemos elegido. En nuestro caso, es un textil muy diferente al textil tradicional, porque es un textil muy especializado y elitista, y eso a su vez nos ha generado una exigencia muy alta. Yo lo que les diría a todos es que no pierdan la esperanza de sacar nuevos productos, de actualizar sus productos a lo que el mercado demanda. Y a nivel interno de la empresa, les diría que dejen atrás esas mentalidades del pasado de diferencias entre compañeros, porque toda la gente de la empresa debe remar en el mismo sentido, como un equipo para que todos se sientan partícipes del proyecto. En ocasiones la innovación no es solo crear un nuevo producto, sino también dejar que la gente de casa desarrolle sus ideas. Veo que la mayoría de empresarios actuales tienen esa mentalidad. 
- ¿Quién le acompaña en la nueva junta?
- Básicamente, continúa la junta que ya estaba, pero con cuatro incorporaciones de empresarios jóvenes: Fernando Campos, Roberto Reina, Vicente García, Ignacio Penalba y Pedro Alonso, que pasa a ser vice-presidente junto con Samuel Gramaje. Asimismo, se sigue contando con la experiencia y el buen hacer de los que cuentan con más años y aportan un plus de sabiduría a los demás. Hemos intentado buscar la paridad, pero no hemos encontrado mujeres para incorporarse a la junta y por tanto de mujeres sólo cuento en la junta con Lourdes Donat, que ya estaba.
Vamos a ver si poco a poco se incorporan más mujeres a la directiva, porque hay nuevas empresas y queremos contactar con todas, a ver si conseguimos avanzar en la paridad. Al final, lo que buscamos en la junta son ideas frescas, gente que aporte cosas interesantes para impulsar el textil y que la asociación sea un punto de apoyo para las empresas asociadas.

- En esta última etapa se ha conseguido aumentar el número de empresas asociadas, ¿aún queda margen para incorporar nuevas empresas?
- Yo creo que sí. Lo primero que tenemos que hacer es consolidar lo que tenemos, romper el tabú que existe aún entre algunos que creen que Ateval es una asociación para organizar cenas y comidas. Eso no es así. La asociación intentar dar servicios para que la cuota que pagan los asociados sea rentable. Las reuniones de la junta están abiertas a cualquier asociado que quiera asistir a contar lo que considere, trasladar sus problemas, propuestas o sugerencias.
- ¿Qué otros proyectos quiere poner en marcha?
- Tenemos que promocionar el textil como una salida profesional más, porque si no, dentro de diez años tendremos problemas. Vamos a incentivar a los jóvenes para que vean que el textil está aquí. Así, por ejemplo, realizaremos visitas para que vean in situ cómo es una empresa textil. Necesitamos la colaboración de empresarios y de los institutos para dar a los jóvenes una visión real del textil. Quizá esto haga a algunos replantearse su futuro y enfocarlo al textil. Yo cursé FP textil en el IES Jaume I y disfruté mucho de todo lo que aprendí. Pero se perdió porque no había alumnos. Si se lograra recuperar significaría que Ontinyent y La Vall d’Albaida están a pleno rendimiento.
- Estos años como vice-presidente ¿ha notado preocupación en los empresarios del sector por la falta de personal que quiera dedicarse y formarse en el textil?
- Sí, hay falta de formación y de gente con ganas de trabajar en el textil. Hoy por hoy, los empresarios contratan a personal y lo forman dentro de su propia empresa desde cero. Primero tenemos que despertar el aliciente para que haya más gente que quiera dedicarse al textil; en segundo lugar estaría conseguir que puedan formarse aquí y en tercer lugar, que de manera fácil, que si son buenos, tengan una salida laboral rápida. Son tres aspectos que tenemos que engrasar. Además, a la gente que ya está trabajando, darles la posibilidad de que puedan reciclarse. Por ejemplo, quizá son necesarios otros tipos de cursos más allá de los típicos de idiomas. 
- ¿Cuántas empresas y trabajadores forman parte de Ateval Vall d’Albaida?
- Son 107 empresas y casi 2.700 trabajadores, una cifra importante y eso tan sólo en la comarca, lo que demuestra que el textil sigue siendo el principal sector de la zona, pero si no hacemos algo, las cifras irán a la baja. Lo primero que tenemos que conseguir es que los jóvenes tengan ganas de dedicarse al textil y cuando vengan, que tengan un sitio donde formarse y luego donde trabajar. Yo en este sentido quiero aportar lo que esté a mi alcance. No me cansaré de lanzar este mensaje en todos los sitios donde haga falta, porque todos tenemos que implicarnos en este asunto. El buen ambiente, junto a este otro reto, son los dos principales aspectos que me han motivado a presentarme a la presidencia. 
- Un proyecto en el que han depositado mucha ilusión es el Museu del Textil. ¿Cómo lo valora?
- Lo vemos muy bien, y esperamos continuar viéndolo igual de bien. 
La ilusión que Ateval puso en el proyecto fue la que ilusionó a los políticos, con el apoyo fundamental de Caixa Ontinyent, la fundación y sus patronos. El Museu del Textil parecía un mito que siempre estaba ahí pero no avanzaba. Ateval le dio la vuelta al concepto de qué tipo de museo queríamos y ese nuevo concepto de museo ilusionó a los políticos. No será el típico museo sobre el pasado, sino que vamos a darle dinamismo para que sea un reflejo también del presente y del futuro. ¿Qué pasará ahora? La primera fase de demolición está aprobada para 2018 y la segunda, esperamos seguir contando con ella como hasta ahora, con el compromiso del gobierno de la Generalitat y su President. Es un museo de toda la Comunidad Valenciana que vamos a tener aquí en Ontinyent, por eso, la ilusión de Ateval es muy grande y vamos a seguir trabajando para impulsarlo.