Las abundantes lluvias del invierno y la primavera han ocasionado que este año haya humedad “de sobra, quizás demasiado excesiva” para la cosecha del Meló d’Or, según explica Vicent Tolsà, desde la Cooperativa de Ontinyent.
Tolsà explica que cuando se empezó a plantar se vio afectado por un hongo que afectó la raíz y que perjudicó parte de la cosecha, que tuvo que ser replantada. “El Meló d’Or es un cultivo de secano para el cual el exceso de lluvias no es bueno”, señala. La humedad de antes de plantarlo sí que ha beneficiado la cosecha, pero las lluvias posteriores ya no han estado positivas, puesto que el melón necesita sequedad y calor.
A esto se le ha unido una plaga de caracol, que tiene, sin embargo, una solución “más fácil”, según detalla *Tolsà, puesto que se pueden aplicar productos para contrarrestarla, añade.
Este año se mantiene la cantidad de productores otros años, que suele rondar entre los tres y cuatro agricultores. Es difícil prever una cantidad de kilos que se podrán recoger este año, puesto que estas plagas han afectado la plantación aunque no se sabe de momento hasta qué punto.
Tolsà indica que la meteorología está siendo extraño. “Hemos visto niebla, humedad y lluvia durante cerca de 40 días, no sé si es cosa del cambio climático o una cosa estacional, pero no lo había visto nunca”, asegura.
La viña también se puede ver afectada por hongos, ‘la negrilla’ o el mildiu, así como para las frutas el exceso de humedad tampoco sienta bien. La oliva y las hortalizas pueden ser las mejores paradas de este tiempo tan lluvioso de los últimos meses. Por otro lado, los labradores están pendientes de las posibles granizadas que puedan ocasionarse en las semanas o meses próximos.