Otro año no vamos a celebrar nuestras fiestas de Moros y Cristianos por la Covid19, y ya van dos años seguidos. En esta ocasión se ha especulado bien poco en la posibilidad de que se pudiesen celebrar. La evolución de la pandemia ha hecho que aceptemos la realidad tal cual, sin esperanza inminente en una celebración, aunque a partir del uno de septiembre la Conselleria de Sanitat ha accedido a que se celebren algunos actos en el contexto de las fiestas populares valencianas. Las Fallas de Valencia son una de esas fiestas que se han sumado a la nueva normativa que permite unas celebraciones con muchas restricciones. 
Pero, ¿qué ha pasado con las fiestas de Moros y Cristianos? Por el momento no se van a celebrar con carácter general, y en dicha línea se ha pronunciado la ciudad en la que, según el calendario de la fiesta, estaban puestos todos los ojos, Villena. La noticia, sin embargo, ha sorprendido a aquellos que, con la celebración de las fallas, creyeron que retornábamos a una supuesta normalidad. Desde luego, habrá que esperar hasta finales de año para clarificar si la evolución de la pandemia permite, y en qué condiciones, que se celebren las últimas fiestas del ciclo anual, las fiestas de Fuente la Higuera y Monover
Con la autorización restringida de las Fallas en septiembre, habrá quien haya pensado que por pocos días no podremos celebrar nosotros fiestas en Ontinyent. Pero, la realidad es que las fiestas de Moros y Cristianos necesitan de una infraestructura tan compleja y tienen unas características tan propias que con la coyuntura actual se hacen inviables. Principalmente, en la mayor parte de nuestros desfiles no se puede procurar la distancia social de un metro y medio que se requiere y, lo más importante, por el momento están prohibidos los espectáculos itinerantes, y las bandas de música tienen tal consideración. 
La gestión de nuestra Sociedad de Festeros está siendo correcta, en tiempo ha ido adoptando las medidas que nadie hubiese querido tomar pero que son las que han de ser. Con la gestión de la fiesta durante la pandemia la junta que preside Vicente Pla Vaello se ha visto sometida a una gran presión. No es fácil trabajar para la fiesta con estas circunstancias tan adversas. Como el mismo presidente afirma, tanto él como su equipo se han marcado dos obligaciones, por un lado, que no se apague la llama de la Fiesta y, por otro, combatir el desarraigo. 
Muchos piensan que las fiestas del 2022 serán como las del 2019, pero también hay dudas al respecto, porque la pandemia no muestra indicios de quedar completamente controlada a nivel mundial a lo largo de este año.
Lo que está claro es que los actos que organice la Societat de Festers en 2021, siguiendo estrictamente los protocolos marcados por la Conselleria de Sanitat, van a mantener viva la llama de la fiesta en Ontinyent, aunque estoy seguro de que nos van a saber a demasiado poco. Lo sé de primera mano. A principios de mayo tuve la oportunidad de pregonar las fiestas de Lleida en un acto que fue el primer pregón de Moros y Cristianos de la era covid. Fue una experiencia única y muy gratificante, y a la par carente de lo que identifica y singulariza nuestra fiesta, el contacto social y cordial entre los festeros. Las restricciones permitieron celebrar algún acto de las fiestas, pero con un muro de distanciamiento por las medidas sanitarias que las conviertió en un ser sin ser, sin abrazos, besos o apretones de manos, sin saludos afectuosos, sin desfilar codo con codo o sin mesas repletas de amigos festeros. ¿Volvería a repetir la experiencia? Por supuesto que sí, conocí a gente extraordinaria y fue todo un honor pregonar su fiesta, aunque echase en falta el calor de un hombro cuando la marcha mora Chimo cerró tan emocionante acto.
¡Sí! hay un tremendo parón que nos duele, pero nuestras fiestas siguen activas en el corazón y el alma de las gentes, sean festeros o vecinos que disfrutan de sus fiestas. Capitanes, embajadores, abanderados, primers trons, Juntas de Comparsa y la Societat de Festers tienen la ardua y compleja labor de organizar las próximas fiestas de Moros y Cristianos. Y aunque no va a ser fácil, unidos, saldremos adelante tal como lo hicieron nuestros antepasados ante similares pandemias. Nuestras fiestas son tradición y puro sentimiento, y éstas son la fortaleza que las mantiene vivas.