La emblemática ermita de Sant Esteve de Ontinyent estrena nuevas mejoras de la mano de la Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de Ontinyent. En concreto, se ha instalado nuevas barandillas en el mirador y se han colocado sillares señalíticos en el camino de acceso realizados en piedra y vidrio y decorados con versos. El alcalde de Ontinyent y presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, comprobaba de primera mano el resultado de la actuación, acompañado por los concejales Jaime Peris y Manuel Cuesta; el presidente de la Asociación de Llumeners de Santo Esteve, José Vicente García, junto a los miembros de la asociación José Mª Micó y Pepe Bas; y el artista autor de los sillares, Pep Sanjuán. 
La colocación de las nuevas barandillas, ejecutada por el departamento de Servicios Municipales, y la instalación de la nueva señalización cada 500 metros en la subida a la ermita, han contado con una subvención de alrededor de 23.000 euros de la Diputación de Valencia, en lo que supone la segunda fase de la intervención realizada en 2016 para garantizar la accesibilidad de las personas con movilidad reducida con un sistema de rampas, que supuso también una inversión otros 23.000 euros. A estas actuaciones hay que añadir también el desbroce de los más de 3 kilómetros del camino que lleva a la ermita también en 2016, coincidiendo con el año del 350 aniversario de su construcción.

Jorge Rodríguez destacaba que Sant Esteve “no sólo es uno de los símbolos de la tradición local sino también es un lugar que recibe a diario a decenas de vecinos de toda la comarca que acuden a este entorno a practicar deporte”, motivo por el cual “desde el Ayuntamiento y la Diputación hemos trabajado codo en codo con la Asociación de Llumeners para ir realizando mejoras en el entorno de la ermita, que no acaban aquí sino que vamos a continuar”, avanzaba.
José Vicente García tenía palabras de agradecimiento “para la Diputación, el Ayuntamiento y sobre todo el alcalde, para hacer posibles estas mejoras y las que vamos a seguir ejecutante en un espacio tan apreciado por todos los ontinyentins cómo es nuestra ermita de Sant Esteve”, concluía.