En los próximos meses, Ontinyent contará con una nueva estación de autobuses, que finalmente estará situada junto al centro de salud de la avenida Albaida. Según ha podido saber este periódico, ya se ha aprobado el proyecto definitivo, que constará de una cubierta y aparcamiento con capacidad para cinco autobuses y zona de espera para los viajeros. Con este proyecto se pretende paliar la actual precariedad en cuanto a las zonas para albergar a los autobuses y la falta de comodidad para los pasajeros.
La estación contará con una cubierta diseñada por la arquitecta ontinyentina Silvia Párraga, que también fue en 2018 codirectora del proyecto de espacio libre en el margen derecho del río Clariano (entre el puente de Paduana y el Molí Descals) y también de la reurbanización de la plaza del Ayuntamiento de Bocairent.
La previsión es que, para finales del verano, la obra pueda estar finalizada y a partir de ese momento, tanto los autobuses de línea como los que circulan ocasionalmente o viajes concertados puedan ya utilizarla.
Aunque en un principio se valoró la posibilidad de instalar la nueva estación en la parcela que está situada entre la antigua Mesta y el recinto ferial, finalmente los informes técnicos han determinado que el lugar apropiado es la primera bandeja del propio recinto, pared con pared con el centro de salud, un lugar de fácil acceso tanto para los autobuses como para los viajeros.
Se pretende que sea una estación ligera, versátil y que ayude a fomentar el uso del autobús como medio de transporte. Además, el proyecto se enmarca dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
La cubierta tiene un coste de 40.000 euros (48.000 con IVA), por lo que se puede adjudicar de manera directa, lo que agilizará los trámites. Además, está incluido dentro del Pla Tornem Junts, que incluía un apartado para la contratación de obras y servicios que no excedieran los límites de los contratos menores. Por otro lado, se calcula en 30.000 euros el coste del asfaltado y pintado de la zona.
Una vez construida la estación, dependerá de las compañías la posibilidad de instalar algún sistema de venta telemática de billetes.
Según explica la arquitecta responsable del diseño de la marquesina, ésta se ha diseñado “a base de una sucesión de seis pórticos metálicos a diferentes alturas que permitirá al mismo tiempo conjugar las dos escalas, la de los viajeros y la de los autobuses”. Añade Silvia Párraga que se ha añadido “una estructura reglada que con un sutil juego sitúa la recepción en el punto más bajo que da al paseo, mientras que la entrada de la parte de los autobuses desde el recinto ferial, donde se va ganando en altura y también cuenta con una zona de espera a la sombra sin estar invadida por los coches en la parte posterior”.
Para la diseñadora del proyecto, “esta idea viene reforzada con unos pavimentos relacionados con las geometrías de la marquesina, lo que produce una gradación que va desde la reserva del espacio para los peatones con más densidad de color, hacia la zona del tráfico rodado”.
Completan el diseño grandes bloques de hormigón que funcionan como espacio de reunión, con asientos individuales y multiusuarios en los en los que ha primado la accesibilidad y la flexibilidad de uso.