Ontinyent contará con la primera Comunidad Energética Local (CEL), una iniciativa que pretende “hacer un Ontinyent más sostenible” y que cuenta con el apoyo de COEVAL, ATEVAL, Caixa Ontinyent y el Ayuntamiento de Ontinyent
La presentación de la CEL, en el Centro de Cultura Caixa Ontinyent, contó con la asistencia del alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y la directora general del IVACE, Júlia Company.
Algunos de los impulsores del proyecto conocen de cerca el mundo de la energía, pero sus creadores insisten en que es una iniciativa ciudadana: “no hay ninguna empresa asociada, somos las personas”, y por el momento, “sin presupuesto”, comentan. La CEL está dirigida sobre todo al núcleo urbano, a gente que vive en el municipio que no tiene la misma posibilidad de colocar instalaciones que tienen las viviendas del diseminado. En definitiva, “aprovechar el hecho de que la masificación en la ciudad es más grande que en el campo, para realizar proyectos colectivos”, comentan. 
Explican que la creación del CEL surge para “acercar a las personas de la ciudad asuntos que tengan que ver con el tema energético, no sólo energía solar o eléctrica; sino de eficiencia energética, de movilidad sostenible, etc.”, añaden. En concreto, la CEL tiene el objetivo de servir de “paraguas técnico, jurídico, administrativo y económico”, comentan. Por ejemplo, algunos proyectos que podrían desarrollarse a través de la CEL son instalaciones de consumo colectivo, en “las que las personas puedan beneficiarse de un porcentaje de esta instalación y usar la energía como si tuvieran paneles solares en su casa, pero sin tenerlos”, explican.  
Desde la CEL están en contacto con asociaciones de vecinos, de comerciantes, etc., con el objetivo de explicar las ventajas en tema de eficiencia energética, ayudas y asesoramiento de la CEL. “Es un proyecto donde todo el mundo se puede beneficiar; es un proyecto de pueblo”, afirman. Además han querido remarcar que  “no somos una cooperativa, somos una asociación sin ánimo de lucro formada por ciudadanos”, abierta a empresas privadas, ciudadanos e instituciones públicas, “totalmente transparente”. 
En este sentido, comentan que se trata de un proyecto pionero en la zona ya que es “una asociación ciudadana”, diferente al modelo cooperativo de otras localidades como Fontanars o Crevillent, donde te “obligan a comprar la energía a la cooperativa”. “Nosostros estamos haciendo algo totalmente diferente: que sea la asociación la que promueva los proyectos, pero al final las personas tienen la total libertad para poder elegir la compañía que quieran”, explican. 
Es un proyecto incipiente con aspectos por definir, aunque ya preparan la web, con un formulario de contacto para quien esté interesado en asociarse. “Hay fórmulas asociativas para conseguir ahorro para los ciudadanos y conseguir que la transición energética sea más fácil de asumir para las personas”, concluyen.